El calzado y la salud en el entorno laboral

La importancia para que el personal trabaje seguro y cómodo en sus labores tiene efectos directos para las empresas.

Los empresarios deben de optimizar sus sistemas de gestión, con la finalidad de ayudar a agilizar cualquier tipo de proceso para intentar mejorar los elementos de producción, logrando con ello el avance competitivo del negocio.

Nuestros pies, piernas y espalda se ven afectados por un uso de calzado inadecuado, lo que provoca que veamos descender nuestro rendimiento laboral y mal estar en nuestra salud. Nadie usa zapatos de verano en invierno y viceversa, lo mismo debemos hacer en nuestra actividad laboral. Tenemos que saber cuál es el calzado que más se adecua. Aquí, podéis comprobar diferentes modelos de zapatos recomendados para trabajos laborales que requieran un esfuerzo físico: Zapatos laborales

¿Cómo saber qué zapato es el adecuado para mi trabajo?
Existen varios elementos y características de los zapatos de seguridad que debemos conocer. A la hora de elegir un correcto calzado debemos guiarnos según nuestras condiciones de trabajo y nuestra constitución física.
En primer lugar, un tip a tener en cuenta es la amortiguación en un calzado de seguridad, con un buen impacto en el suelo podemos prevenir lesiones y mejorar la comodidad. La normativa nos habla de la “absorción de energía en el talón (E)” como requisito para calzado S1 hasta S5, que nos garantiza confort en la zona del pie que más sufre el impacto al caminar.
En segundo lugar, la puntera de seguridad, una parte obligatoria en todo calzado de seguridad. Existen las punteras clásicas metálicas, que son normalmente de acero. En el mercado podemos encontrar muchos modelos que incluyen punteras (y plantillas) no metálicas fabricadas a base de composites o fibra de vidrio. Los composites son ensamblajes de al menos 2 materiales bien cohesionados formando un nuevo material con propiedades que los elementos por separado no tienen. Conseguimos de esta manera punteras más flexibles, ligeras y con mayor aislamiento térmico (el acero no es buen aislante) que aportan mucha comodidad y alivian bastante el pie.
En tercer lugar, la importancia del deslizamiento, materiales como el TPU (Poliuretano Termoplástico) o el Caucho natural, son muy resistentes al deslizamiento. Estos tres aspectos, además del cumplimento de las normativas, debemos plantearnos a la hora de seleccionar un calzado de seguridad y, de este modo, contribuir a una mayor adecuación del EPI al personal. El operario trabajará más cómodo, más seguro y mejor.